27/6/14

HOY CELEBRAMOS SU FESTIVIDAD

EL DIVINO CORAZÓN DE JESÚS ES UN TESORO INMENSO QUE NOS PERTENECE


San Juan Eudes
"Los Sagrados Corazones de Jesús y de María"




Luego de considerar al Corazón adorable de nuestro Salvador como hoguera de amor por nosotros, veamos ahora que es tesoro inmenso de riquezas infinitas, que nos pertenece y cómo debemos servirnos de Él.

El divino Corazón de Jesús es un tesoro que encierra las riquezas todas del cielo y de la tierra, de la naturaleza y de la gracia, de la gloria, de los ángeles y santos, de la santa Virgen, de  la divinidad, de la Santa Trinidad, de todas las divinas perfecciones. Porque si San Juan Crisóstomo dice que la sagrada Virgen es abismo de las inmensas perfecciones de la divinidad (In Hor. ani.), ¿con cuánta mayor razón lo será el Corazón adorable de Jesús?

Además ese Corazón es precioso tesoro que contiene todos los méritos de la vida del Salvador, los frutos de sus divinos misterios, todas las gracias que nos adquirió con sus trabajos y sufrimientos, todas las virtudes que practicó en grado infinitamente elevado, todos los dones del Espíritu Santo de los que fue colmado: Descansará sobre Él el Espíritu del Señor, espíritu de sabiduría y de entendimiento, etc. (Isaías 11, 2). En una palabra, cuanto hay de grande, rico y admirable en el ser creado e increado, en el Creador y en las criaturas, está encerrado en ese tesoro incomparable.

Ahora bien, ¿para quién será tan maravilloso tesoro? Para nosotros todos y para cada uno de nosotros, pues de nosotros depende entrar en posesión de él. ¿Por qué título ese tesoro nos pertenece? Por el título y derecho de donación. ¿Quién nos lo ha dado? El Padre de Jesús nos lo ha concedido al entregarnos su Hijo. Y nos lo da continuamente porque los dones de Dios son irrevocables (Rom. 11, 29). El Hijo de dios nos lo ha conferido también infinitas veces al darse a nosotros y nos lo da continuamente en la Eucaristía. El Espíritu Santo nos lo entrega también incesantemente. La Santa Virgen nos lo da continuamente porque ella no tiene sino un Corazón y Voluntad con su Hijo, quiere lo que Él quiere, y junto con Él nos otorga cuanto Él nos da.