El Santo Cura de Ars entra a la Basílica de San Pedro
Un evento excepcional
Antoine-Marie IzoardRomaLas decenas de sacerdotes de todo el mundo que se preparan cada día para celebrar misa en la Basílica de San Pedro, ahora se ponen al alba bajo la atenta mirada del Santo Cura de Ars. Durante la última audiencia general que se celebró el 30 de noviembre, Benedicto XVI bendijo un inmenso retrato del francés Jean-Marie Vianney que más tarde fue instalado en la gran sacristía de la Basílica vaticana.
El obispo de la diócesis francesa de Belley-Ars, Mons. Guy Bagnard, quiso regalar este cuadro a la Basílica del Papa, como recuerdo del Año Sacerdotal promovido por Benedicto XVI y que fue celebrado de junio de 2009 a junio de 2010. Hizo entrega de manera simbólica del cuadro al Papa, acompañado por una delegación que viajó de la ciudad del Santo Cura y por el rector del Seminario francés de Roma. Ante los fieles, Benedicto XVI expresó su deseo de que el sacerdote confesor del Siglo XIX haga que todos lleguen a entender «la importancia de la oración».
El rostro austero del Santo Cura de Ars vigila ahora a todos los sacerdotes del mundo en San Pedro de Roma. Una especie de revancha, porque en junio de 2010, el cura canonizado por Pío XI en 1925 y poco después proclamado «patrón de los curas de parroquia», habría tenido que ser proclamado por Benedicto XVI «patrón de los sacerdotes del mundo». Pero, según algunos, el simple y místico cura francés no fue juzgado suficientemente representativo de los sacerdotes del Siglo XXI, ni suficientemente universal.
Pero quienes entregaron al Papa el gran retrato de Jean-Marie Vianney manifiestan que existen algunas semejanzas entre Benedicto XVI y el Santo Cura: una mezcla de simplicidad y austeridad, humildad e interioridad.
Publicado en VATICAN INSIDER
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