CARTA ENCÍCLICA
MISERENTISSIMUS REDEMPTOR
DEL SUMO PONTÍFICE
PÍO XI
SOBRE LA EXPIACIÓN QUE TODOS DEBEN
AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
INTRODUCCIÓN
Aparición de Jesús a Santa Margarita María de Alacoque
1. Nuestro Misericordiosísimo Redentor, después de
conquistar la salvación del linaje humano en el madero de la Cruz y antes de su
ascensión al Padre desde este mundo, dijo a sus apóstoles y discípulos,
acongojados de su partida, para consolarles: «Mirad que yo estoy con vosotros
todos los días hasta el fin del mundo»(1). Voz dulcísima, prenda de toda
esperanza y seguridad; esta voz, venerables hermanos, viene a la memoria
fácilmente cuantas veces contemplamos desde esta elevada cumbre la universal
familia de los hombres, de tantos males y miserias trabajada, y aun la Iglesia,
de tantas impugnaciones sin tregua y de tantas asechanzas oprimida.